La diadema realizada por Francisco Marzo, para S.M. la reina María Cristina, es imponente donde las haya.
Heredada por S.M. el rey Alfonso XIII, al fallecimiento de su madre con otras alhajas, siempre las conservó en su dormitorio.
Jamás ofrecería ninguna de esta alhajas a S.M. la reina Victoria Eugenia, su esposa, para que las luciese,.
Si bien fue a ella a quien le pidió las llevase con ella aquél fatídico mes de abril de 1931.
EL EXILIO DE UNA ALHAJA
Cuatro años más tarde la ofrecería a la futura princesa de Asturias, previo paso por la maison@chaumet.
Este las adaptó y las dejó en perfecto estado, y así dotaría de un nuevo estuche, a muchas de las joyas.
Por lo visto, el estuche original estaba deteriorado, o simplemente la reina Victoria Eugenia, decidió dejarlo en palacio por ser demasiado voluminoso,
El ofrecido por Chaumet, tampoco duraría.
Cuenta S.A.R. la condesa de Barcelona, que el banco en el cual se guardaba las alhajas, sufrió una inundación.
El agua alcanzó las cajas de seguridad.
Por lo cual debió de encargar una nueva, que supongo será la actual en la cual se guarda la joya.
Hace veinte años, en una conversación con S.A.R. la infanta Pilar, me contaría que su madre a quien le sobrevino la muerte de golpe, había fallecido intestada.
Reunidos los tres hermanos habían decidido de común acuerdo, la conservase S.M. el rey don Juan Carlos.
Ahora, me pregunto, si el destino hubiese sido otro, y la infanta hubiese contraído matrimonio con el rey de los belgas.
La tiara, habría quedado en España?
LA MANUFACTURA DE UNA ALHAJA
Esta imponente pieza, se halla realizada íntegramente en diamantes.
Formada por una serie de doble gotas invertidas.
La externa realizada con diamantes más pequeños.
La interior formada por 16 diamantes de talla mediana y destacando en el centro de estas dos diamantes y una perla.
Unida a otro elemento idéntico, siempre en degradé de tamaño por una delicada flor formada por cuatro pétalos, todos ellos rematados por una perla de gran tamaño.
La base se destaca por el mismo motivo floral que culmina en un medio roleo, curvado hacia arriba.
S.A.R. la infanta Pilar la luciría el día de su boda.
Y en 1988 en la gala ofrecida a la reina Isabel II.
Y en 1990, su primogénita lo haría en su boda.
La entonces princesa de España, la llevaría en los fastos de Persépolis.
Y por primera vez como reina en Noruega en 2006
La reina Letizia, le llevaría por última vez 2021.
Durante la visita del presidente de Italia.
Y la reina no defraudó!!! se temía, hablaba, cuchicheaba, si usaría una de las llamadas «tiaras menores», se daba por seguro la «tiara floral» que tan cómoda hace sentir a la reina.
Pero Su Majestad, apareció como lo que es, la reina consorte de España, la esposa de S.M. Felipe VI.
Para ello lució la tiara realizada por Francisco Marzo, para S.M. la reina María Cristina en 1886.
Realmente una de las joyas más soberbias de la colección real.

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