Corría 1961, más exactamente el 16 de abril y má concretamente en la
Real Basílica de Ntra. Señora de Atocha, contraían matrimonio,
S.A.R. la princesa Teresa María de Borbón Dos Sicilias y de Borbón Parma,
duquesa de Salerno,con Iñigo Moreno y de Arteaga,
marqués de Laula, más tarde marqués de Laserna.
La novia, bisnieta de S.M. el rey Alfonso XII rendía homenaje así a su antepasado.
El templo lucía magnífico engalanado con alfombras y tapices de la Real Fábrica
y con la guardia de gala del Ayuntamiento en la escalinata.
Rosas blancas y lilas llegaron expresamente desde Valencia.
La boda fue apadrinada por SS.MM. los reyes Juan III y María, condes de Barcelona,
representados por SS.AA.RR. los duques de Calabria, infantes de España.
El prebisterio ocupado por SS.AA.RR. el entonces príncipe de Asturias y
los duques de Noto y Parma.
Los novios llegaron poco antes de las seis de la tarde bajo una fina llovizna,
acompañados por los padres de la desposada.
La novia lucía un traje realizado en color blanco con entramado floral en el tejido bordado con hilos de plata a la manera del brocato, escote barco, mangas al codo y ceñida cintura, de la que parte una falda con volumen y la cola. Creación de Pedro rodriguez.
Tocado de tul de ilusión que parte de un tocado de flores de azahar.
Los pendientes de la novia se podrían considerar una versión más corta de los recibidos por su madre como regalo de bodas de su futuro esposo.
El diseño original está realizado en color blanco con entramado floral en el tejido, cuenta con un escote barco, mangas al codo y una ceñida cintura de la que parte una falda con volumen y por supuesto, la cola. Teresa de Borbón-Dos Sicilias lo lució entonces con unos elegantes guantes blancos que llegaban hasta la manga y que retiró para colocarse la alianza.
El novio vestía uniforme de la Real Orden de la Maestranza de Sevilla.
La infanta doña Alicia lucía una delicada gargantilla de eslabones que en su parte delantera luce un centro rígido en el cual destaca una guirnalda de cintas engastada en pavé de diamantes talla brillante que realza un fleco de aguamarinas en forma de gota con pendientes a juego.
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Conjunto que sería llevado por su hija menor Inés como madrina de la boda de uno de sus hijos.
Al término de la ceremonia, fue servido un lunch en el claustro de la basílica.
La sorpresa me la dió la princesa Inés al lucir una joya cuyo origen se remonta a la archiduquesa María Antonieta de Austria, reina de Francia.
Es el collar de perlas de seis filas totalmente desmontables que culminan en ambos terminales en un brillante.
El cierre formaba parte de un brazalete de perlas de seis hileras, uno de un par que perteneció a la esposa de Luis XVI de Francia.
Originalmente los brazaletes formaban un collar de perlas con un cierre engastado con cinco perlas grandes y dieciocho pequeñas,.
Cada pulsera tenía su propio cierre que permaneció intacto.+
Otra sorpresa, no menos sorprendente fue el collar con el cual se adornaba
S.A.R. la infanta Pilar.
Se alhajaba con una pieza que su madre recibió como regalo de bodas, una pieza en la que destacan cuatro
importantes cabujones que por la intensidad de color podrían ser amatistas, y que culmina en una gran gota
con flecos que culminan en perlas en la parte frontal de la joya.
Treinta y cuatro años más tarde, casualmente un día 16 pero del mes de Junio, el bellísimo vestido de novia realizado por Pedro Rodríguez
y ligeramente adaptado por Eduardo Ladrón de Guevara volverá a brillar en todo su esplendor,
en la boda de Beatriz Moreno y de Borbón dos Sicilias con Lucas Urquijo y Fernández de Araoz.
Beatriz lucirá la tiara/collar realizada por la Maison Chaumet en 1915. un avant garde en toda regla del art-decó.
Catorce bellísimos rubíes los dos centrales bajo un rayo de diamantes baguettes y los siguientes separasos por rayos de diamantes talla brillante entre un empedrado de brillantes, la parte del cuello la forman 3 hileras de brillantes.
Podría ser esta la misma adquirida por el dque de Calabria con motivo de su boda en 1935 o se realizó una nueva inspirada en esta misma
La mannequin luciendo la pieza en el momento de su creación
LOS MARQUESES DE LAULA JUNTO A LA INFANTA ALICIA
LA PRINCESA INES EN LA BODA DE LOS REYES JUAN CARLOS Y SOFIA LUCIENDO LA TIARA
Y PARTE DEL CONJUNTO DE RUBÍES Y DIAMANTES ENCARGADO CON MOTIVO DE LA BODA DE SUS PADRES
Y EN LA BODA DE LOS REYES LLEVANDOLA DE COLLAR
La ceremonia se realizó en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en la localidad de Colmenar Viejo,
siendo los padrinos los padres de ambos cónyuges.
EN ESTA OCASION ES LA MARQUESA DE LAULA LA QUE LLEVA EL SAURTOIR , CON EL BROCHE DE PENDENTIF
LOS PENDIENTES Y EL BRAZALETE.
Tres brazaletes en el cual los rubíes resplandecen bajo un infiníto destellos de diamantes y que nos permiten adaptar esta pieza como más nos agrade, un importante broche de forma oval realcofeccionado en distintas secciones que centra cinco rubíes y otro extremandamente delicado como un par de alas. Lo completa un par de pendientes en el cual destaca un importante rubí de corte oval rodeado de brillantes.
Cabe destacar que posiblemente varios de los rubíes que componen esta aderezo, provengan de 7 estrellas algunas de ellas provenientes de la reina Isabel II, y que heredó de su abuela, la reina María Cristina, entre otras piezas.
EXPOSICIÓN EN LA MAISON CHAUMET DE PARTE DE LOSOBSEQUIOS DEL DUQUE DE CALABRIA
A SU PROMETIDA LA PRINCESA ALICIA DE BORBON-PARMA.
COMO VEMOS EN LA ILUSTRACION LOS BRAZALETES PUEDEN UNIRSE PARA DAR FORMA
A UN INTERESANTE BANDEAU.
Entre los ilustres invitados S.M. la reina doña Sofía a la que acompañaban sus tres hijos, la condesa de Barcelona y S.A.S. la princesa Tatiana de Liechtenstein.
LOS PRINCIPES CARLA Y KUBRAT DE BULGARIA
S.A.R. EL DUQUE DE CALABRIA
S.A.R. PRINCESA CRISTINA DE BORBON DOS SICILIAS Y ORLEANS
El próximo sábado 6 de abril la hija de Beatriz y Lucas, Teresa Urquijo contraerá matrimonio con el actual alcalde de Madrid,
José Luis Martínez-Almeida.
La firma Navascués, será la encargada de la segunda readaptación del vestido. Según Cristina Martiínez-Pardo Cobián «un vestido tiene que emocionar a quien lo lleva». «En Navascués dedicamos especial atención a los detalles, una de las máximas de nuestro taller. Muchos años de experiencia y un excelente equipo de trabajo hacen posible que cada diseño sea único y pueda personalizarse para captar la esencia de cada novia.
Sólo se conservará del vestido original, la cola y el veloque se dice sujetará con una joya familiar, a ver si nos sorprenden gratamente.
Millones de gracias a mi queridísima amiga Claudia Moreno por haber compartido parte de sus tesoros conmigo.
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