PERLAS Y DIAMANTES
Que los tópicos se repiten sabemos que es cierto.
En GemGenève fueron esmeraldas y en Fine Arts París & La Biennale resultaron ser perlas.
Será que la familia Franco está de Moda?.
Apenas apagaba las luces la conocida feria Suiza, se encendían las del Carrousel del Louvre.
En el espacio del prestigioso anticuario Martín du Daffoy destacaba entre todas las maravillas ahí expuestas una interesante pieza y que para los memoriosos resultaba conocida.
Desde mediados de abril mi red de espionaje me había hecho llegar la imagen de un collar que no tardamos en identificar.
Puesto en contacto con la firma no tardaron en responderme que agradecian mi interés en la joya, que se trataba de un collar histórico español y que se podía lucir también como diadema.
CARMEN POLO DE FRANCO SEÑORA DE MEIRAS
El collar fue hecho en 1920 y por supuesto las perlas son naturales y van acompañadas con su correspondiente certificado.
Uno de los gloriosos momentos fue la reapertura del Teatro Real en Octubre de 1966,
la joya luce en todo su esplendor.
El collar de suma elegancia y corte aristocrático luce en su composición bellísimas perlas, ocho de las cuales orladas de brillantes se distribuyen en la sección central de la pieza y en su cierre del cual parten a ambos lados unos pequeños corazones de líneas algo sinuosas unidos entre sí por un brillante.
Las flores de brillantes con centro de perla se unían a la siguiente por pequeños lazos, delicadas florecitas, e infinidad de roleos, y de ellos se suspenden las perlas en forma de pera engastadas en sus calotas pavé de brillantes.
El centro del collar se abre a un elaborado colgante calado, enriquecido de finos detalles intrincados, que fluyen con el movimiento y suspende dos perlas la más importante de ellas en gota. A ambos lados cuatro delicados solitarios unidos entre sí por pequeñas hojas completan este efecto «girandole».
S.M. la reina Federica de Grecia, acompañada por sus hijas, SS.AA.RR. la entonces princesa de Asturias, doña Sofía y su hermana pequeña la princesa Irene.
Acompañada de un exquisito adorno de cabello realizado a partir de un brazalete y diferentes broches.
Cabe también destacar la importancia de los pendientes.
Durante el entreacto las egregias damas sonríen para la lente del fotógrafo
DETALLE DEL BRAZALETE
No recuerdo haber visto imágenes de Carmen Franco con el collar a modo de diadema.
CARMEN FRANCO POLO, MARQUESA DE VILLAVERDE
Sería en Salzburgo en 1973 cuando su hija luciría la alhaja como diadema, con motivo de la fiesta previa a la boda de Luis Figueroa y Griffith, Conde de Quintanilla con la princesa Teresa de Sayn-Wittgenstein-Sayn.
Jacqueline Bonnin de La Bonninière de Beaumont Vizcondesa de Ribes, Madame Briner y Carmen Franco.
Audrey Hepburn
Junto al Conde de Romanones
Sería en 1972, cuando para la boda de su primogénita María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco con Alfonso de Borbón y Dampierre, Duque de Cádiz llevaría la parte central del collar adaptada como broche de corsage.
MARIA de la O MARTÏNEZ-BORDIU Y FRANCO
Sería en 1974 cuando la más guapa de las nietísimas como así se la conocía a Mariola,
contraía matrimonio con Jaime Ardid Villoslada.
Ese tarde lucía espectacular la diadema perfectamente colocada en un fantástico recogido.
No precisaba de otra joya, la diadema otorgaba a la novia todo lo necesario, el resto lo aportaba su natural belleza.
Transcurrirían siete años, y la pieza volvía a salir del joyero de la familia, para engalanar la juvenil belleza de María Suelves y Figueroa, el día de su boda con Francisco Franco y Martínez-Bordiú.
Esta sería la última vez que la joya sería fotografiada en un acto público.
La prensa de la época dijo que la pieza le había sido obsequiada a Mariola por su boda.
Sea cierto, o no la cuestión es que la joya ha vuelto a aparecer y desconocemos quien la ha vendido al célebre anticuario francés.
Lo que sí sabemos es donde podemos adquirir esta bellísima pieza con algo más de un siglo de antiguedad pero que siempre estará vigente.

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