Durante los últimos dos siglos, joyas deslumbrantes han sido creadas para la realeza británica.
El 3 de junio de 1997, la princesa Diana asistió a la función de gala de El lago de los cisnes del British National Ballet, una de sus últimas apariciones públicas.
Diana espectacular enfundada en un vestido brillante de Jacques Azagury y zapatos de tacón Jimmy Choo acaparó todas las miradas.
Pero obviamente, la estrella sería un collar de diamantes y perlas del Mar del Sur realizado por Garrard.
Interviniendo en la creación del mismo, la princesa Diana, en colaboración con David Thomas, entonces director de la joyería.
THE DESIGN
Los pendientes no estaban terminados, pero Diana decidió estrenar el collar, acompañandolos con otro de sus pares de pendientes, en realidad la parte superior de uno de ellos.
DIANA, PRINCESS OF WALES
CATHERINE, PRINCESS OF WALES
Estos son de los preferidos de su nuera, la actual princesa de Gales que los lleva con una perla pendiente distinta a la que lo lucía la princesa.
Y llevados el pasado sábado en la coronación de su suegro S.M. el rey Carlos III.
Después de aquella noche, la princesa devolvió el collar, a Garrard para que pudieran terminar los pendientes, el joyero quería tener el collar en la mano para asegurarse de que las perlas coincidieran.
Lamentablemente, cuando se estaba a punto de presentar la Suite completa a Diana, esta fallece.
La misma, nunca llegó a ser abonada.
LA SUITE
Por lo cual se toma la decisión de vender el conjunto a un comprador privado. Los periódicos lo identificaron en ese momento como un caballero británico que trabajó como CEO para Lehman Brothers en Londres.
Cuando su esposa se entera del origen de la pieza sumado a que ambas habían compartido colegio en su infancia, se sintió demasiado incómoda para aceptarlos como regalo – nunca los usó.
Después de un año y medio, en 1999, la pareja decidió vender el parure.
Garrard se pone en contacto con Guernsey.
En poco tiempo, el mundo es puesto en alerta sobre las preciosas joyas.
La campaña incluyó entrevistas en vivo en el programa Today Show de NBC (la presentadora Katie Couric usó las joyas en el aire) y el programa Oprah Winfrey. El día que Oprah presentó Swan Lake Suite, también entrevistó a James McIngvale, el respetado magnate minorista de Houston conocido cariñosamente como «Mack del colchón».
El momento resultó fortuito ya que el Sr. McIngvale compró la Suite, por casi un millón de dólares fueron vendidos en la casa de subastas Guernsey en Nueva York el 18 de diciembre de 1999.
Una parte de las ganancias se cedieron a UNICEF y sus esfuerzos para prohibir las minas terrestres, una causa que Diana apoyó apasionadamente.
Este último lo mantuvo durante casi una década, hasta 2008.
Luego de la boda de su hija (que usó la Suite en su gloriosa aventura), el Sr. McIngvale regresó a Guernsey’s. Su pedido: vender las joyas.
El presidente de Guernsey, Arlan Ettinger, fue una vez más encargado de administrar la venta.
Sólo que esta vuelta el conjunto sería vendido de manera privada.
En septiembre de 2010, Mark Ginzburg, un promotor inmobiliario ucraniano. adquiere las joyas, reconociendo que: «nunca fueron compradas para usar».
Compró la Suite, por 632 mil dólares (la estimación inicial fue entre 1.5 y 2.5 millones).
Casi trece años más tarde, han decidido subastarlo de nuevo, anunciando que quieren honrar el legado de Diana donando una parte de las ganancias a los esfuerzos de reconstrucción en su país natal, que ha sido invadido por Rusia en 2022.
La fecha, el 27 de junio próximo, la Suite del Lago de los Cisnes se ofrecerá con una estimación entre los 3 y 5 millones de dólares, si bien se espera que esta base sea ampliamente superada.
Evelyne Poumellec se puso en contacto conmigo para ofrecerme su versión, ya que ella fue la mente creadora de la joya.
Entonces, ¿cuál es la verdadera historia del collar que cautivó al mundo?
En declaraciones exclusivas al Daily Mail, Evelyne Poumellec, jefa de diseño de joyas de Garrard entre 1996 y 1998, dice que la pieza fue producto de conversaciones privadas entre la princesa y David Thomas, joyero de la corona en ese momento, varios meses antes.
‘A principios de marzo de 1997, me dieron instrucciones claras: era urgente, tenía que dejar todo lo demás en lo que estaba trabajando y debía permanecer confidencial’.
‘Me dieron siete perlas [el collar terminado contiene 12] para crear un collar y aretes para una princesa. Por supuesto, no mencionamos nombres, pero estaba completamente consciente de para quién podría ser esto.
Evelyne, recuerda haber trabajado ‘febrilmente’ para completar el collar a tiempo para el evento.
Ella dice: ‘Recuerdo claramente estar sentada en mi escritorio con esas mismas perlas que las del collar final frente a mí. No hablé con Diana pero sabía para quién estaba diseñando. Investigué fotos de su cuello y hombros para ayudarme a completar el diseño.
‘Estoy muy acostumbrada a trabajar rápido; a menudo, hago bocetos antes de encontrar el tema principal, pero en este caso, fue rápido.’
«Tiene movimiento al tener una fila en la parte posterior, lo que permite flexibilidad al usuario».
Incapaz de resistirse a añadir un toque personal, incluso diseñó el collar con un detalle oculto.
“El collar se basa en una tiara invertida y [el estilo imita] cuando escribes a mano muchas letras Es unidas. E es la primera inicial de mi nombre, diseñado por mí y digno de una princesa.
Una vez que se aprobó el diseño, un gran equipo trabajó a toda velocidad para completarlo a tiempo.
Diana en realidad nunca fue dueña del collar, ni tenía la intención de comprarlo o conservarlo después del evento.
Después del ballet, como era costumbre, Diana devolvió el collar a David Thomas en Garrard.
Se dijo que Dodi, pudo haber estado interesado en comprar toda la suite como un gesto romántico, pero no está confirmado.
Según expertos reales, Dodi no comenzó a salir con Diana hasta varias semanas después de la actuación de Swan Lake, por cierto patrocinada, por Mohamed Al-Fayed, quien después cenó con Diana en un palco en el Albert Hall.
Fue durante esta cena que ella aceptó su invitación para pasar el verano a bordo de su yate en St Tropez, donde conocería a Dodi.
El collar:
Compuesto por diamantes de talla brillante y talla marquesa con motivo de doble voluta en el centro con cinco perlas cultivadas de los Mares del Sur y una franja de diamantes de talla marquesa, cerrando en una doble hilerade diamantes de talla brillante que se estrecha en una sola fila; montado en platino, juego de garras, con cierre de caja integral.
Compuesto por:
5 perlas cultivadas a juego de 12 mm.
11 diamantes marquesa de 7,71 quilates.
3 diamantes marquesa de 0,88 quilates.
164 diamantes 42,35 quilates.
Diamantes principales:
1. 1,19 quilates. Color: D. Claridad: VS2. Informe GIA n. 3254207
2. 0,84 quilates. Color: F. Claridad: VS1. Informe GIA n. 3254914
3. 0,83 quilates. Color: D. Claridad: VS2. Informe GIA n. 3254893
4. 0,81 quilates. Color: D. Claridad: VVS2. Informe GIA n. 3254913
5. 0,75 quilates. Color: E. Claridad: VS1. Informe GIA n. 3254912
6. 0,70 quilates. Color: D. Claridad: VS1. Informe GIA n. 3254907
7. 0,62 quilates. Color: E. Claridad: VS1. Informe GIA n. 3254896
8. 0,51 quilates. Color: F. Claridad: VS1. Informe GIA n. 3254910
9. 0,50 quilates. Color: D. Claridad: VVS2. Informe GIA n. 3254899
10. 0,48 quilates. Color: E. Claridad: VS2. Informe GIA n. 3254900
11. 0,48 quilates. Color: D. Claridad: VS1. Informe GIA n. 3254901
Los pendientes:
Un par de pendientes colgantes de perlas cultivadas de los mares del Sur con diamantes de talla brillante y diamantes de talla marquesa; montado en platino, juego de garras, para encastres de espiga y clip.
Compuestos por:
2 perlas cultivadas a juego de 12 mm.
6 diamantes marquesa de 1,87 quilates.
30 diamantes 9,38 quilates.
Se cree que estas pueden ser las únicas joyas de la princesa, que en muchos años salgan a pública subasta.
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