EN LA FERIA DE GINEBRA
Y… Voila,
la pasada semana paseando por Gemgeneve, feria de joyas de la ciudad de Ginebra
me doy de bruces con el stand de la casa Ernst Faeber,
y allí en un mar de piedras preciosas,
el collar de esmeraldas que fue de la familia Franco.
El collar que junto con un par de pendientes,
y un importante solitario se había ofrecido
en pública subasta en la casa Christie´s,
no se había vuelto a ver hasta este momento.
EL CONJUNTO
La pieza, en su forma original.
contaba con siete grandes esmeraldas de corte cabujón con forma de pera,
las cuales parten de una montura un poco endeble,
de estilo art-decó, en brillantes de no muy buena calidad,
y llevando punzón francés.
EL COLLAR
DETALLE DE LA GARGANTILLA
CARMEN POLO MARTINEZ-VALDES
Así lo lució su primera propietaria,
Doña Carmen Polo valdés.
quien combinaba el collar,
en algunas ocasiones,
con un par de pendientes,
con una esmeralda en cabujón colgante.
Por ejemplo durante la visita de los reyes Hussein y Dina de Jordania.
EL FANTASTICO COLLAR
Y alguna vez se lo dejó a su hija Carmen
CARMEN FRANCO POLO
Con el paso de los años,
la pieza se vuelve a ver en su hija Carmen Franco Polo, marquesa de Villaverde,
pero ya estaba remodelada,
ahora son cinco las esmeraldas que penden del collar,
que suman un peso de 190 Cts.
Y seguramente, es este el momento,
en que la esmeralda central, la única del collar que se halla dentro,
de una montura en forma de capilla,
se hace desmontable para poderla lucir de modo independiente.
LOS PENDIENTES
Las otras dos esmeraldas,
pasaron a formar parte de un nuevo par de pendientes,
al que se le agregaron las esmeraldas anteriormente mencionadas.
DUQUESA DE FRANCO
La duquesa de Franco, lo llevaría en la boda de la infanta Elena en sevilla
MARQUESA DE VILLAVERDE
O en la de su nieto Luis Alfonso,
con Margarita de Vargas Santaella,
la última en lucir la joya antes de que se ofreciese a la venta.
MARGARITA, DUQUESA DE ANJOU
LA SUBASTA
Una venta deslucida a todas luces,
la familia pensaba que poseía un tesoro de millones con las fantásticas esmeraldas,
que esta vez eran buenas y de origen Colombiano,
y no doubles como resultaron ser las de la entonces duquesa de Cádiz.
Pero las sorpresas no siempre son gratas.
El primer error fue venderlas públicamente,
Una venta privada y más discreta hubiese dado como resultado un importe más elevado.
El hecho de ser reconocidas en el catálogo,
desató una polémica que fue perjudicial para la venta.
La casa Chriestie´s y su representante en España,
la entonces duquesa de Fernandina,
Pilar González de Gregorio y Alvarez de Toledo.
«Existe una cláusukla de confidencialidad»,
pero, la representante ha dejado en claro, que:
«Las joyas son propiedad legal de la familia Franco».
EL COLLAR HOY
El actual poseedor de la joya,
que es quien directamente la compró en la venta de Londres,
desconocía todo sobre la familia Franco.
Preguntaba sobre si era cierto,
que hubiese pertenecido a la «Condesa de Cádiz».
Seguidamente se le explico el origen y los lazos que entroncaron
a la, para el «condesa» con la Casa Real Española.
También se lamentaba no haber adquirido los pendientes.
Así estaba hoy, de «capa caída»,
en un triste rincón abandonado a su suerte,
entre otras muchas joyas y a la espera de que alguien lo compre,
para seguramente desmontarlo,
y pasara ser solamente un recuerdo,
en las fotos de las hemerotecas.

Santiago
noviembre 9, 2022Pablo, perdón si la pregunta no es muy glamorosa.
¿Cuál suele ser el criterio que determina la elección de la ciudad donde subastar una pieza importante de joyería? ¿Da lo mismo que sea Ginebra, Londres o Nueva York? ¿Tiene que ver con cuestiones fiscales?
Saludos
Pablo
noviembre 9, 2022No, por el tipo de joya se decide un sitio u otro hay ciudades donde las ventas de determinada pieza tienen más éxito que en otras.