Irene, princesa de Grecia y Dinamarca, duquesa de Spoleto, duquesa de Aosta, y efímera reina de Croacia, es uno de esos personajes que al menos en mí despiertan interés.
La diadema de diamantes que vemos en la imagen, la recibió en herencia de su madre, la reina Sofía de Grecia, princesa de Prusia.
S.M. LA REINA SOFIA DE GRECIA
A su vez esta joya se dice perteneció a la primogénita de la reina Victoria de Inglaterra, Victoria, princesa real, y más tarde reina de Prusia y emperatriz de Alemania quien la recibe como regalo de bodas de su madre.
Según la prensa de la época es decir 1878 se menciona un conjunto de diamantes que se podía llevar como collar o diadema.
También se podría poder lucir dada la flexibilidad de la pieza como un adorno de corsage.
Parece ser que la emperatriz en algún momento escribió a su hija haciendo referencia a la diadema:
«la diadema de diamantes que te di es muy valiosa para mí.
Si bien los diamantes son antiguos, y los de mayor tamaño no son tan buenos y finos, lo que sí es cierto es que resultan ser más llamativos.»
IRENE EL DIA DE SU BODA EN 1939
PRIMER PLANO DE LA BELLA NOVIA
Así y todo la preciosa diadema de la princesa pudo ser víctima de un atroz destino.
Los estadounidenses ingresan a Roma el 4 de junio de 1944
en olor de multitud.
El 10 de junio las duquesas de Aosta son conminadas partir
inmediatamente de Florencia.
Tratan de resistir por todos los medios, pero es la orden.
A las cinco de la mañana del 13 de junio una pequeña caravana de dos automóviles se pone en marcha.
En el primero de los coches las dos cuñadas acompañadas de sus hijos, la niñera y una dama de compania.
Viajan sobrecargados de equipaje si bien
mucho ha quedado en la villa, más o menos escondido,
y sin grandes esperanzas de encontrarlo, a su regreso.
Pero el destino decidió contrario y la diadema de la princesa Irene se salvó.
La pieza había quedado en la habitación del chofer, colocada a último momento bajo su cama envuelta en papeles de periódico.
Evidentemente la princesa había decidido no llevar la joya consigo arriesgándose a no encontrarla o bien que pudiesen ser asaltadas y así perder todo.
La diadema seguiría luciéndose en diversas galas de las cortes de toda Europa.
SESENTA CUMPLEAÑOS DE S.M. EL REY PABLO DE GRECIA CON EL SU HERMANA LA PRINCESA IRENE
PRIMER PLANO DE LA PRINCESA
Christie’s, sería la casa que se encargaría de la venta de la joya la primera vez en 1979.
Ellos aportan el dato que perteneció a un miembro de una antigua Casa Real Europea.
UNA IMPORTANTE Y ANTIGUA TIARA DE DIAMANTES.
Diseñada como una fila de treinta y seis diamantes graduados en forma de cojín (uno imitación) con motivos de rombos y flores de lis superpuestas, rematada por diamantes de talla circular, montada en plata y oro.
Ocho años más tarde la joya volvería a salir a la venta en la misma casa de subastas.
En esta ocasión nos dicen de que los diamantes son talla almohadón, pero que los diamantes de imitación en lugar de uno pasan a ser tres, y también que puede ser adaptada como collar.
Evidentemente, en el camino la persona que adquirió la pieza o vaya a saber por cuantos propietarios pasó la alhaja antes de su segunda subasta decidió tomar dos de las piedras y reemplazarlas por otras de imitación.
En las 3 últimas imágenes aparece la princesa junto a su hermana la reina Helena de Rumanía con ocasión del baile previo a la boda de su primo Felipe con la futura reina Isabel II de Inglaterra.
S.M. LA REINA ELENA DE RUMANIA Y SU HERMANA LA PRINCESA IRENE
Aquí si bien la princesa luce su diadema fijaré mi atención en el anillo en el cual resalta una importante perla negra.
Esta joya que es sostenida por dos diamantes talla navette a cada lado le fue obsequiada a la princesa por Benito Mussolini con motivo de su boda
PRIMER PLANO DEL ANILLO
S.A.R. LA PRINCESA IRENE
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